En la sociedad actual del 1% en forma de tecnofeudalismo, los delirios financieros realizan castillos de arena para responder a una realidad moribunda. Los tiempos computacionales aceleran los procesos (im)productivos y, por tanto, también aceleran la experiencia social del tiempo. En la urgencia de la emergencia climática, la mística de la economía hegemónica defiende las propiedades curativas del crecimiento extremo, y entre todo este espectáculo de aumento de la irrealidad, la imaginación social queda paralizada, cuando no es captada por las promesas y los retornos del escapismo millonario. La metodología Control Wars y sus talleres son una forma artesanal de seguir construyendo la infraestructura social fundamental para imaginar futuros deseables para la mayoría.